Thursday, December 19, 2019

¿Qué diferencia hay entre el secreto pontificio y el secreto de confesión?

Para que ningún obispo, conferencia episcopal ni orden religiosa puedan, en adelante, esconder basura debajo de la alfombra, el Papa Francisco abolió este martes el secreto pontifico sobre las investigaciones y procesos por abuso sexual de menores o adultos vulnerables.

La norma ha entrado en vigor este miércoles, al ser promulgada en primera página de « L’Osservatore Romano» con un título rotundo: «Abolido el secreto pontificio en los casos de abusos sexuales».

La confidencialidad se limitará solo a las leyes de protección de la privacidad en cada país. Desaparece también el secreto pontificio respecto a este tipo de delitos en la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Esto significa que las diócesis y órdenes religiosas deben entregar a la justicia todos los documentos que requieran fiscales y jueces. Ya no hay secreto pontificio en esas materias, ni respecto a las autoridades civiles ni respecto a las víctimas, que podrán conocer la situación de sus denuncias y las penas impuestas a los culpables.

Es un paso de gigante hacia la cultura de la transparencia, el sentido cívico y la ayuda a las víctimas. La entrega de documentos a los tribunales civiles que los requieran será una excelente ayuda a la justicia, dejando definitivamente atrás el abuso de ese secreto para obstruir la justicia.

La abolición del secreto pontificio se refiere solo a los documentos sobre abusos sexuales de menores y no toca en absoluto el secreto de confesión, ni siquiera en ese tema.

El «sigilo sacramental» permanecerá inalterable, incluso en países, como Australia, que establecen la denuncia obligatoria. Los confesores se arriesgarán a las penas civiles de una ley contraproducente, pues aleja a los abusadores del arrepentimiento.

¿Dónde sigue en vigor?

La Instrucción de Secreto Pontificio, establecida por Pablo VI en 1974, seguirá aplicándose a los informes sobre candidatos al episcopado o a cargos en el Vaticano que envían las nunciaturas. Y por supuesto a los informes previos al nombramiento de cardenales o de legados pontificios para tareas específicas. El secreto pontificio se mantiene respecto a los informes de esos legados, a excepción de lo que se refiera al abuso de menores.

El secreto pontificio cubre además la parte de los trabajos preparatorios de documentos papales -encíclicas, exhortaciones apostólicas, etc...- a la que se imponga. También son secretos los informes enviados a la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre aspectos doctrinales de libros o enseñanzas de teólogos y profesores en instituciones católicas de alto nivel, lo mismo que en el proceso de examen en Roma, incluidos los dictámenes de terceros.

Por último, queda bajo secreto pontificio todo lo que el Papa, un jefe de departamento de la Curia vaticana o un legado pontificio declare como tal por los motivos que considere convenientes. Muchos son posteriormente desclasificados.

por Juan Vicente Boo

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